Susana Moreira, una mujer con 41 años y afectada por la distrofia muscular de la cintura escapulohumeral, ha convertido su testimonio en un rostro del debate sobre eutanasia en Chile. Postrada desde hace tiempo, Moreira ha sido entrevistada internacionalmente tras una publicación en la agencia de noticias AP.
En sus declaraciones, Moreira describió cómo pasa el tiempo en cama, jugando videojuegos y disfrutando de películas de Harry Potter, saliendo solo raramente debido a su dolor crónico. Dijo sentir urgencia para impulsar la discusión sobre eutanasia en el Congreso, ante la progresión inevitada de su enfermedad.
“Esta enfermedad va a avanzar, y voy a llegar a un punto en que no podré comunicarme,” afirmó. “Cuando llegue ese momento, necesito que el proyecto de ley de eutanasia sea una ley.” Moreira resaltó su deseo de vivir según sus propias condiciones sin estar vinculada a dispositivos médicos.
“Quiero vivir mientras mi cuerpo me lo permita,” añadió. La legislación sobre muerte asistida, aprobada en 2022 por la Cámara de Diputados, se encuentra estancada en la Comisión de Salud del Senado. En su carta al presidente Gabriel Boric, Moreira abordó no solo su enfermedad sino también su petición para avanzar el debate sobre eutanasia.
“Un enfermo no tiene certeza de nada; la única certeza que tiene es que va a sufrir,” reflexionó. “Saber que tengo la oportunidad de elegir me da tranquilidad.” Susana Moreira, con sus palabras y acciones, ha dado un impulso significativo al debate sobre eutanasia en Chile, subrayando la importancia de esta discusión para los pacientes crónicos.