Aunque los chubascos no se han hecho esperar durante los primeros días de junio, los pronósticos anticipan que, durante los próximos días, tendrá lugar el primer temporal del mes, con máximas de hasta 40 mm de lluvia.
En primer lugar, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) emitió un anuncio de precipitaciones normales a moderadas para las regiones de Ñuble y del Bío Bío a comienzos de la próxima semana.
Se espera que llueva desde la noche del martes 10 de junio hasta la noche del miércoles 11, afectando a casi toda la superficie de ambas regiones, abarcando desde el Litoral, pasando por la Cordillera de la Costa, el Valle, y la Precordillera.
Desde Meteored amplían la información y sostienen que, de momento, se espera la llegada de dos sistemas frontales a comienzos de la próxima semana. El primero tendrá lugar el día lunes, que aunque no tiene la condición de temporal, sí se espera que deje precipitaciones sobre la Región de Aysén y también sobre la parte norte de la Región de Magallanes.
Según explicó la meteoróloga Viviana Urbina para Meteored, “Los acumulados rondarán entre 1 a 4 mm en sectores como Puerto Natales y Villa O’Higgins”, en otros lugares, las máximas pueden alcanzar los 7 mm.
En tanto, el segundo sistema frontal guarda relación con lo ya anunciado por la DMC, que “dejará lluvias no solo en la Patagonia, sino que también sobre el sur de Chile, con opciones de moverse por la zona central”, adelantó Urbina.
La profesional advirtió que “las lluvias más intensas en el sur de Chile se concentrarían en la noche del martes, mientras que en la madrugada y primeras horas del miércoles el centro sur ganará las lluvias más potentes”, que pueden alcanzar los 40 mm según las predicciones de la DMC.
Según explican desde Meteored, existe la probabilidad de que las lluvias lleguen a la capital hacia el día jueves, y que incluso se dirijan hasta el sur de Coquimbo.
No obstante, desde el medio especializado indican que “hay que tener paciencia con la posibilidad de lluvias sobre el centro norte del país”, esto, ya que no existe consenso aún de parte de los modelos utilizados sobre cuál sería la condición sinóptica dominante.