Karol Cariola, diputada del Partido Comunista y madre reciente de Borja, enfrenta una situación judicial intensa.
Tras dar a luz durante la madrugada de este lunes, recibió notificaciones alarmantes: un allanamiento en su hogar y la incautación de su celular en el Hospital José Joaquín Aguirre, en conexión con una investigación por tráfico de influencias en el caso Sierra Bella.
La Fiscalía Regional de Coquimbo encontró mensajes entre Cariola e Irací Hassler, exalcaldesa de Santiago. Estos podrían configurar el delito de tráfico de influencias.
Unas conversaciones sugieren que la diputada intentó obtener una patente municipal para un amigo a través de Hassler. Según los informes, Cariola propuso a Hassler la creación de “una clínica comunal para la mujer” con servicios integrales en salud sexual, reproductiva, mental y dental. Esta idea fue respaldada por Hassler, quien mencionó la compra de inmuebles en Carmen 35 y Sierra Bella.
Estas revelaciones han generado debates políticos e indignación pública.
El vicepresidente de la Cámara de Diputados Eric Aedo señaló que esta situación pone en juego el “costo de imagen” para la institución, mientras felicitaba a Cariola por su maternidad y destacaba la importancia del debido proceso.
La defensa ha insistido en la inocencia de su cliente.
Por otro lado, el exfiscal Carlos Gajardo explicó que el tráfico de influencias implica dos funcionarios públicos con una relación de influencia para beneficiarse mutuamente, lo cual se aplica a Cariola y Hassler.
Esta investigación, aún sin formalización, revela los complejos desafíos éticos en la política chilena. Mientras tanto, la justicia seguirá su curso, enfrentando el delicado equilibrio entre legalidad y paternidad.