La árbitra Mahsa Ghorbani ha abandonado Irán después de recibir amenazas debido a su designación para dirigir un partido masculino de fútbol en marzo.
La Organización del Fútbol Iraní la destituyó días después, diciendo que querían evitar “posibles polémicas”.
Sin embargo, Ghorbani afirmó que se le pidieron varias veces que renunciara a arbitrar el partido, primero de manera educada y luego con amenazas más graves, incluidos ataques con ácido.
Después de negarse a cumplir con estas demandas, las agencias de seguridad la amenazaron hasta que finalmente emigró a un país europeo.
Esta situación se produce en medio de una represión contra las mujeres y cambios legales en Irán que endurecen las penas para aquellas que incumplen el código de vestimenta islámico.