El alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN), instruyó un sumario a dos docentes del Instituto Nacional por posibles vínculos con overoles blancos. Las acusaciones indican que ni la exalcaldesa Irací Hassler (PC) ni el exdirector de Educación denunciaron la situación, pese a un informe realizado por el establecimiento.
Lo descrito en el informe del liceo emblemático sería constitutivo de delito. “La Dirección de Educación y la alcaldesa no hicieron absolutamente nada”, cuestionó Desbordes. “Vamos a hacer una denuncia penal porque no encontramos que la administración anterior la haya hecho. En ese contexto, es muy importante tener presente que los funcionarios públicos están obligados a denunciar este tipo de situaciones”, agregó.
Asimismo, Desbordes sostuvo que están evaluando las responsabilidades de Hassler y del exdirector de Educación en la gestión de la exalcaldesa. “Se está investigando, hay un fiscal administrativo que fue designado por mí y, por lo tanto, una vez que tengamos resultados podremos opinar; antes de eso, no”, declaró.
Pilar Sazo, directora de Educación de la Municipalidad de Santiago, indicó que los hechos tuvieron lugar el 9 de agosto de 2024, fueron informados a inicios de septiembre a la exrectora y esta ofició al exdirector, “el cual no instruyó ni solicitó la investigación correspondiente”, informó Sazo.
El exdirector de Educación, Rodrigo Roco, respondió a Desbordes y a la actual administración del municipio de Santiago. “Él y sus equipos de confianza insisten en culpar a la gestión anterior, para lo cual recurren a todo tipo de argumentos y visiones sesgadas de la realidad”, comenzó señalando Roco.
A eso se suman las investigaciones sumarias y colaboraciones con organismos como Carabineros, Superintendencia de Educación o Defensoría de la Niñez. “Llevan un año a cargo, pero para ellos la culpa de todo lo malo o grave que ocurre es siempre de otros”, expresó Roco.
El exdirector de Educación indicó que a él le tocó ser parte de la presentación de 21 querellas criminales por hechos ligados a delitos y violencia no escolar. “Pero, lejos de preguntarse por qué de manera honesta, se prefiere una y otra vez insistir en mentiras o en hechos que se distorsionan o utilizan a conveniencia”, criticó Roco.
Roco dijo que utilizar el problema que afecta a las comunidades educativas no ayudaría a resolver la violencia. “Si se pretende investigar seriamente y llegar a resultados reales, en las aristas penales no son necesarias la pirotecnia ni las cortinas de humo”, concluyó.
