Volkswagen aseguró que puede producir un vehículo eléctrico fabricado íntegramente en China por la mitad del costo que en otros países. El mayor fabricante de automóviles de Europa anunció el martes que, tras una serie de inversiones en el país, puede desarrollar nuevos coches fuera de Alemania, incluyendo la prueba y el despliegue de nuevas tecnologías como la conducción asistida.
VW se prepara para lanzar unos 30 modelos de vehículos eléctricos en China durante los próximos cinco años, apostando por la investigación y el desarrollo locales. El fabricante afirmó que, en comparación con los costos de producción de vehículos eléctricos en Alemania en 2023, el de algunos modelos en China se ha reducido hasta en un 50% gracias a mejoras en la cadena de suministro, como la adquisición de baterías, periodos de desarrollo más cortos y menores costos laborales.
El grupo alemán ha invertido miles de millones en su centro de innovación en Hefei, al este de China, donde cuenta con más de 100 laboratorios avanzados para probar software y hardware, además de baterías y sistemas de propulsión para vehículos eléctricos. Thomas Ulbrich, director de tecnología de las operaciones de Volkswagen en China, afirmó que las nuevas instalaciones de investigación y desarrollo ofrecen a los equipos de ingeniería del grupo “un nivel de integración completamente nuevo”.
Añadió: “Ahora podemos ejecutar software, hardware y procesos de validación de vehículos completos en paralelo, acortar los ciclos de decisión y acelerar la maduración de las innovaciones”. VW afirmó que el ciclo de desarrollo de sus nuevos vehículos eléctricos en China se ha acortado un 30%, en comparación con el proceso tradicional, que dura unos 50 meses.
El fabricante de automóviles describió inicialmente su estrategia como “en China, para China”. Sin embargo, el grupo está negociando el aumento de las exportaciones de automóviles fabricados en China, así como la aplicación de los avances de China en todas sus operaciones globales. Renault se ha fijado objetivos ambiciosos para lanzar docenas de modelos que se desarrollarán en menos de dos años utilizando menos componentes y tecnologías como la inteligencia artificial.
VW fue durante muchos años el mayor fabricante de automóviles en China, pero ha perdido cuota de mercado a medida que una oleada de innovadores rivales chinos en vehículos eléctricos ha conquistado a los consumidores. Si bien el grupo alemán aún posee alrededor del 20% de la cuota de mercado de coches con motores de combustión interna, no se encuentra entre los 10 principales productores de coches de batería pura e híbridos enchufables en China, según datos de la consultora Automobility de Shanghái.
Sin embargo, la compañía se distingue de otros fabricantes de automóviles occidentales por su serio esfuerzo por sobrevivir en China, a medida que la cuota de mercado de los fabricantes extranjeros se ha desplomado. Desde finales de 2022, VW ha invertido casi 4.000 millones de euros en China para mantenerse competitivo durante la rápida transición del país hacia los vehículos eléctricos.
Las inversiones incluyeron la construcción del centro de innovación de Hefei, la inversión en Horizon Robotics, un grupo con sede en Beijing especializado en diseño de chips y software para sistemas avanzados de asistencia al conductor, y la formación de una alianza con Xpeng, el competidor local de vehículos eléctricos. La compañía anunció este mes que está desarrollando un chip de inteligencia artificial con Horizon para la conducción autónoma en China.
Las inversiones de VW en China contrastan con los drásticos recortes de empleo en sus plantas alemanas, donde los costos de producción son más elevados. En virtud de un acuerdo alcanzado con los sindicatos el año pasado, el fabricante de automóviles planea reducir la plantilla de sus fábricas nacionales en 35.000 personas para 2030, como consecuencia de la débil demanda de automóviles en Europa.






















