El duelo entre La U y Audax Italiano en la fecha 20 de la Liga de Primera se vio interrumpido por una inesperada intervención. A la cancha del estadio Nacional Julio Martínez, desde la barra azul, cayeron bombas de ruido. Uno de los artefactos incluso se acercó peligrosamente a Gabriel Castellón, el guardameta local. Por seguridad, el árbitro Piero Maza detuvo momentáneamente las acciones durante un minuto. El capitán Charles Aránguiz pidió calma a los hinchas para evitar incidentes mayores.
Tras la intervención, en el estadio resonaron cánticos contra la dirigencia del club, denunciando una falta de diálogo y respeto. La situación se complicó aún más debido al tenso clima previo, donde Los de Abajo, la barra de La U, reportaron hostilidad hacia Carabineros durante su ingreso al recinto de Ñuñoa.
Los manifestantes expresaron su descontento con el tratamiento recibido por parte de la policía, especialmente del GOPE y las fuerzas especiales. Señalaron que estas acciones parecen estar en una campaña para criminalizar el uso de banderas e instrumentos musicales de animación. La barra reclamó que la prohibición de entrada con estos elementos fue “la gota que rebalsó el vaso”, marcando un punto de no retorno.
Finalmente, Los de Abajo declararon que se cerrarán cualquier tipo de comunicación con las autoridades y tomarán acciones más drásticas en el futuro. Invitaron a los hinchas a no colgar sus banderas ese día como una señal de solidaridad y protesta, mientras aseguraban que su fuerza siempre será superior a la restricciones impuestas por las instituciones de seguridad.