El lunes será decisivo para el oficialismo chileno, con solo 24 horas por delante de las primarias presidenciales. Jeannette Jara, Carolina Tohá, Gonzalo Winter y Jaime Mulet se enfrentarán en las urnas prometiendo respaldar al ganador. Sin embargo, los roces durante la campaña han puesto en tela de juicio esa solidaridad. En particular, la Socialista Democrática se encuentra dividida ante la posibilidad de que gane Winter o Jara.
Las directivas de los partidos afines insisten en que el trabajo conjunto después de las primarias no está en duda. Jaime Quintana, del Partido por la Democracia, afirmó que el debate fuerte no compromete la unidad. Constanza Martínez, de Frente Amplio, enfatizó la necesidad de una candidatura unificada para enfrentar a la derecha en noviembre.
Múltiples interrogantes se plantean tras los resultados. Si Jara y el Partido Comunista ganan, su relación con su colectividad podría verse severamente afectada. Bárbara Figueroa, secretaria general del PC, indicó que harán lo posible por mantener una candidatura transversal. En caso de victoria de Tohá, la Democracia Cristiana deberá decidir su próximo paso. Alberto Undurraga descartó un plan alternativo si no gana Tohá.
Además, se cuestiona la participación de otros candidatos de izquierda en la primera vuelta. Rodrigo Mundaca, gobernador de Valparaíso, ha dejado abierta esa posibilidad, manteniendo al oficialismo en una delicada situación.