Punta Arenas experimentó un evento climático inédito en la tarde del martes y madrugada de miércoles, con precipitaciones que superaron los 100 milímetros, cifra récord. Las lluvias intensas equivalieron a más de dos meses de precipitaciones normales, provocando anegamientos generalizados y desatando un extenso operativo de emergencia.
Claudio Radonich, alcalde de Punta Arenas, confirmó que este evento fue tres veces superior a lo previsto, “casi 100 milímetros en una sola jornada, récord total y absoluto. Lo que se planificó el lunes era con una estimación de 35 milímetros”.
Durante la tormenta, varios sectores de la ciudad fueron afectados. En Pampa Redonda, la situación fue crítica, con máquinas trabajando hasta pasadas las 3 de la madrugada para despejar caminos anegados. La planta de distribución de gas de Gasco también estuvo en riesgo debido al ingreso de agua.
Las intensas precipitaciones coincidieron con una marea alta y vientos superiores a los 70 km/h, dificultando aún más el drenaje del agua y provocando severos anegamientos. Se reportaron anegamientos críticos en intersecciones clave como Costanera con Angamos, Costanera con Independencia, y 21 de mayo con Paraguaya.
La emergencia fue atendida por un equipo de más de 20 móviles y cuadrillas, además de maquinaria pesada. La Dirección de Gestión de Riesgo de Desastres informó que se registraron 85 intervenciones en distintos puntos de la ciudad.
La planta de distribución de gas Gasco fue un punto crítico durante el evento climático. El alcalde Radonich explicó: “Fuimos de inmediato con sacos y luego llegó Bomberos, justamente para que no tuviéramos esta emergencia”.
Desde la Dirección de Seguridad Pública se recibieron 108 llamados de emergencia, la mayoría por ingreso de agua a viviendas. Se desplegaron cuatro patrullas en la calle y se instalaron sacos de arena para contener el avance del agua.
A pesar de la magnitud del evento, solo se reportó una persona damnificada. Otras 42 familias recibieron asistencia social pero optaron por permanecer en sus hogares. Más de mil sacos de arena fueron distribuidos para contener el avance del agua.
Con el descenso de la marea y el cese de las lluvias, varias calles anegadas comenzaron a despejarse alrededor de las 3:30 de la madrugada. Autoridades señalaron que ahora comienza una nueva etapa de evaluación y reparación, especialmente en los más de 120 kilómetros de caminos periurbanos bajo administración municipal.
El invierno aún no ha comenzado pero este episodio ha sido una advertencia clara. Nuestros equipos ya están planificando las reparaciones donde corresponda, concluyó el alcalde Radonich.