Desde hace varios años, la reunión anual de la legislatura nacional de China ha sido un evento cada vez más disciplinado y coreografiado, con un tono apagado que refleja la creciente preocupación por el estancamiento interno. Sin embargo, en esta ocasión fue notablemente distinta.
La sesión de siete días del Congreso Nacional del Pueblo, concluida recientemente en Beijing, estuvo marcada por una intensa actividad relacionada con la inteligencia artificial (IA), un sector que está ganando cada vez más importancia. El foco central de este año fue no solo la IA como tecnología emergente, sino también cómo competir a nivel regional para liderar en esta industria.
Así, legisladores de Shanghái y Guangdong, por ejemplo, buscan identificar áreas donde sus regiones pueden destacarse en investigación científica e industrial aplicada a la IA. Paralelamente, los gobiernos de Beijing y Shenzhen establecieron fondos para promover el desarrollo de la inteligencia artificial y la robótica.
Este entusiasmo recuerda al auge del interés en la energía solar y los vehículos eléctricos en años anteriores. En ambos casos, gobiernos regionales competían por construir capacidad en esos sectores, lo que llevó a una sobreproducción y a un desafío de rentabilidad. No obstante, eso aseguró la posición de China como líder mundial en ambas industrias.
El sector de IA presenta una oportunidad revitalizadora para la economía china. Sin embargo, esto no está sin sus desafíos. El gobierno debe evitar establecer “barreras ocultas” para las empresas privadas, especialmente en áreas que implican tecnologías y modelos de negocio innovadores.
Según Zhou Tongyu, diputada del Congreso Nacional del Pueblo y vicepresidenta de la Federación de Industria y Comercio de Shanghái, casi el 80% de las pequeñas y medianas empresas tecnológicas enfrentan dificultades para obtener préstamos bancarios debido a la falta de garantías físicas. Estos desafíos están llevando al gobierno a adoptar una perspectiva más flexible.
El nuevo fondo anunciado enfatiza el papel del mercado en lugar de la identificación de sectores favoritos, lo que sugiere un enfoque “paciente y a largo plazo” para inversiones tempranas en pequeñas empresas trabajando en tecnologías desafiantes. Sin embargo, los métodos tradicionales del gobierno chino a menudo son a gran escala, centralizados y fuertemente dirigidos. Este modelo puede seguir presentando desafíos al implementar un desarrollo descentralizado y a pequeña escala, como se idealiza en la actualidad.
En resumen, la IA no solo está transformando el panorama industrial chino, sino que también plantea importantes cuestiones sobre cómo gestionar su crecimiento de manera efectiva.