Tras el allanamiento de la casa de Karol Cariola, presidenta de la Cámara de Diputados y militante comunista, la oposición liderada por la UDI ha presionado para que renuncie a su cargo.
Las presiones insistentes de los miembros del Partido (UDI) no han tenido efecto hasta el momento. Para aumentar la tensión, los gremialistas amenazaron con una moción de censura contra la mesa de diputados si Cariola no renuncia en los próximos días.
Gustavo Benavente, jefe de la bancada UDI, declaró: “Si no presenta su renuncia a la presidencia de la Cámara de Diputados dentro de los próximos días es imposible que nosotros, como Cámara de Diputados, no evaluemos una censura a la mesa”.
En contraste, Daniel Melo, jefe de la bancada socialista, defendió a la legisladora. Según él, “con esta censura propuesta por el UDI, que los socialistas rechazamos, se busca hacer daño y sacar ganancias políticas” y agregó que “hay una investigación en curso, en la que no existe imputación alguna”. Melo sostuvo que “la gente está cansada de la pelea chica”.
Esta situación refleja el clima político tenso entre los partidos y resalta el respaldo al actuar de Cariola y su mesa por parte de otros sectores políticos.