Investigadores chilenos han demostrado que la recolección de agua de niebla puede ser un suministro urbano complementario en zonas áridas donde el cambio climático agrava la escasez de agua.
Se realizó un estudio en Alto Hospicio, una ciudad hiperárida y rápidamente urbanizada en el Desierto de Atacama, Chile.
La recolección de niebla implica colocar una malla entre postes para atrapar la humedad, con posibles capturas diarias de 0,2 a 5 litros por metro cuadrado.
Durante los meses más fríos y húmedos (agosto-septiembre), esta cantidad puede aumentar hasta 10 litros.
Esta tecnología podría beneficiar a asentamientos informales donde solo el 1,6% de las viviendas están conectadas a redes de agua oficial.
Se estima que 17.000 metros cuadrados de malla podrían producir suficiente agua para los barrios marginales urbanos y 110 metros cuadrados podrían abastecer el riego urbano.
Aunque la recolección de niebla no es una solución única, complementa otras estrategias de gestión del agua.
La investigación apunta a que puede mejorar significativamente la calidad de vida en áreas urbanas con escasez de agua y está dispuesta para ser implementada más ampliamente si se adaptan las condiciones geográficas adecuadas.