En los últimos cinco años, las isapres han perdido casi 800,000 afiliados, pasando a ser atendidos por el sistema público de salud (Fonasa).
A pesar de una leve estabilización en 2024, la pérdida acumulada desde 2019 es del 23,5%.
El superintendente de Salud atribuye esta situación a las propias isapres y pide que mejoren su eficiencia.
El exsuperintendente Manuel Inostroza advierte sobre el riesgo de quiebras en algunas compañías si la tendencia continúa, mientras que otros expertos consideran necesario una reforma estructural del sistema público de salud.