Chile se acerca a la segunda vuelta de sus elecciones presidenciales, con José Antonio Kast del Partido Republicano como favorito. Según las últimas encuestas, Kast cuenta con una ventaja clara sobre Jeannette Jara, que obtuvo el 26,9% en la primera vuelta y ha tenido dificultades para reducir la diferencia de votos.
Kast, quien logró el 23,9% en la primera ronda, parece beneficiarse del apoyo de candidatos derrotados de la derecha como Johannes Kaiser y Evelyn Matthei. Estas alianzas le proporcionan una sólida base de votantes que sumadas a su popularidad inicial podrían asegurarle un triunfo.
Sin embargo, el electorado indeciso sigue siendo un factor crucial en esta elección. En un país donde el voto es obligatorio y la inscripción automática está en vigor, se estima que cinco a seis millones de chilenos participan de manera obligada por primera vez en una elección presidencial.
Los expertos clasifican a los indecisos en dos categorías: “desapegados”, sin interés ni pasión política y “desinteresados”, que votaron en 2018 pero no muestran entusiasmo este año. La desconfianza de estos grupos hacia la política institucional podría inclinarlos hacia Kast, especialmente si se mantienen temas como seguridad y empleo.
Jeannette Jara, con su historial en el Partido Comunista, corre el riesgo de asustar a votantes moderados. En contraste, Kast busca ampliar su base al incluir “cualquier persona que quiera apoyar la libertad”, y ha moderado sus posiciones ideológicas para atraer más votos.
Además, los seguidores del Partido de la Gente (PDG) podrían ser decisivos. Aunque Parisi no apoyará directamente a Kast o Jara, las encuestas sugieren que podría optar por el candidato del Partido Republicano en la segunda vuelta.
En resumen, aunque Kast lidera en las preferencias, la votación de los indecisos y los simpatizantes de Parisi son variables cruciales que podrían influir en el resultado final.
