Antofagasta fue sede del XV Encuentro Anual de la Sociedad Chilena de Estudios Regionales, donde investigadores discutieron cómo el cambio climático está reconfigurando la migración global y afectando la economía. Pablo García, presidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP), presentó evidencias sobre el impacto tangible del cambio climático en la economía chilena.
Chile es altamente vulnerable debido a su geografía y estructura productiva. Las pérdidas producto-vas derivadas del calor extremo ya inciden en el PIB, según advirtió García. Según un estudio titulado “Through Drought and Flood: Past, Present, and Future of Climate Migration”, entre 1990 y 2020 la emigración acumulada aumentó en más de 90 millones de personas, con las regiones tropicales registrando el mayor crecimiento.
Los niveles más bajos de emigración se observan cuando la temperatura se acerca a los 25°C. Un aumento de hasta 5°C en la temperatura promedio se asocia con un incremento cercano al 90% en la emigración en las zonas tropicales, mientras que en las frías, la misma variación se relaciona con una disminución casi total en los flujos migratorios. En Chile, las sequías, olas de calor y eventos extremos ya afectan el desempeño económico.
García destacó que los diagnósticos presentados refuerzan la necesidad de crear una institucionalidad sólida para enfrentar estos desafíos. El proyecto de ley en trámite en el Congreso propone la creación de la “Agencia para la Calidad de las Políticas Públicas y la Productividad”. Esta institución integraría evaluaciones ex ante, ex post y recomendaciones regulatorias, permitiendo trabajar con criterios homogéneos y una visión sistémica.
Reunir estas funciones permitirá trabajar más eficientemente en los desafíos presentados por el cambio climático. García también expresó su preocupación por el bajo desempeño de la productividad en Chile, señalando que entre 1991 y 2025 el país ha experimentado variaciones significativas con caídas en los períodos más recientes.
