El candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami (ME-O) confirmó tomar medidas después de su absolución en el caso SQM. Este proceso judicial duró 11 años y se concretó ayer, absolviendo a los ocho acusados, incluyendo a Pablo Longueira y Patricio Contesse.
Este veredicto marca el fin del “calvario” para ME-O, quien declaró que buscará fórmulas para evitar que cualquier chileno padezca lo que él vivió. Anunció que esto tendrá consecuencias, no sólo como candidato sino también como sujeto de derecho en estado de inocencia ratificado en dos juicios penales orales.
El proceso judicial se extendió casi tres años y el Tercer Tribunal Oral en lo Penal de Santiago absolvió a Marco Enríquez-Ominami, a su exasesor Cristián Warner y a los demás acusados. El tribunal criticó duramente al Ministerio Público, en particular a la Fiscalía Regional de Valparaíso, que dirigió el caso.
Enríquez-Ominami fue investigado por presuntos delitos tributarios relacionados con facturas ideológicamente falsas. Durante su juicio, denunció una persecución política y señaló 28 persecutores, abogados de Impuestos Internos (SII) y el Consejo de Defensa del Estado que lo acusaron.
Además, ME-O criticó al SII como único líder político investigado en SQM a quien le interpuso una querella, lo que él considera demuestra arbitrariedad y sesgo de los servicios públicos. Insistió: “Mi calvario no me lo devuelve nadie. La tortura, nadie (…) No encontraron nada porque no había nada”.
En respuesta a su experiencia, Enríquez-Ominami propuso reformas al Ministerio Público, incluyendo la elegibilidad directa por sufragio universal de los fiscales regionales y la creación de un Consejo de la Magistratura para nombrar jueces. También recomendó una estructura jerárquica con jefe o autoridad a la cabeza de la Fiscalía, calificando como “intolerable” que no cuente con liderazgo centralizado.