El cobre y la potasa son dos de seis nuevos minerales propuestos para ser añadidos a la lista de minerales críticos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), un avance que facilitaría políticas públicas más favorables. Estos productos se suman al plomo, el renio, el silicio y la plata en el borrador de la lista de 54 minerales críticos para 2025, según un anuncio federal para comentarios públicos. El USGS también planea analizar la posibilidad de incluir el uranio y el carbón metalúrgico, mientras que recomienda la eliminación del arsénico y el telurio.
La industria del cobre ha trabajado intensamente para lograr el estatus de “mineral crítico” para reflejar su importancia en la economía y seguridad nacional. Su inclusión permitiría acceso a incentivos financieros y procesos de permisos más rápidos para proyectos de exploración, extracción y procesamiento. El gobierno Trump ha priorizado la reactivación de la producción de metales y minerales en Estados Unidos, con un énfasis particular en el cobre, utilizado en viviendas, infraestructuras eléctricas y transporte.
Tras 30 días para comentarios públicos, el USGS tendrá 15 días para entregar su análisis al secretario del Interior, quien publicará la lista final en 30 días. La Asociación Nacional de la Minería celebró la inclusión de minerales esenciales para infraestructura, seguridad nacional y liderazgo tecnológico, a pesar de que todos los minerales deberían considerarse críticos. Juan Ignacio Díaz, director de la International Copper Association, afirmó: “El cobre encaja perfectamente en esa definición: sustenta la electrificación, defensa y energía limpia, mientras sus cadenas de suministro están bajo presión”. Este reconocimiento es positivo para Estados Unidos, asegurando la base de su competitividad y transición energética.
El Instituto de Fertilizantes ha estado presionando para que la potasa sea designada como mineral crítico, con el objetivo de fortalecer el argumento para exenciones arancelarias. En marzo, la administración Trump emitió una orden ejecutiva en apoyo a una mayor producción doméstica de minerales, incluida la potasa, un fertilizante clave para los cultivos.
Gran parte de la potasa utilizada en Estados Unidos proviene de Canadá, que concentra cerca del 80% de las importaciones. Esos suministros han estado exentos de aranceles como parte de una excepción bajo un acuerdo de libre comercio norteamericano. Las acciones de las empresas de fertilizantes subieron tras la publicación del aviso: Mosaic llegó a aumentar hasta 4,5%, mientras que Nutrien avanzó 2,9%.
Cincuenta minerales en la lista preliminar fueron incluidos basándose en los resultados de una evaluación de efectos económicos, mientras que el zirconio fue agregado por el riesgo de un “punto único de falla” en la cadena de suministro. El Departamento del Interior explicó: “En el balance de Estados Unidos, la pérdida de incluso un solo mineral crítico puede repercutir en industrias completas —desde semiconductores hasta sistemas de defensa—, debilitando la capacidad productiva, liderazgo tecnológico y empleos estadounidenses”.