Esta semana llamó la atención la última encuesta Cadem, que mostró que la candidata presidencial oficialista Jeannette Jara (PC) bajó cinco puntos desde la medición anterior -pese a mantenerse en segundo lugar- y la aspirante de Chile Vamos a La Moneda, Evelyn Matthei (UDI), subió cinco puntos, retomando el tercer lugar que en el sondeo anterior le había arrebatado Franco Parisi (PDG).
El 18 de agosto vence el plazo para la inscripción de las candidaturas presidenciales y parlamentarias con vista a las elecciones del 16 de noviembre. Según expertos, este tipo de cambios en los respaldos a las candidaturas se seguirán produciendo durante la campaña.
El cientista político Mauricio Morales sugiere que una hipótesis plausible podría ser que los votos perdidos por Jara correspondieran a un sector más moderado, que en la primaria oficialista se sentía representado por Carolina Tohá y que ahora ve en Matthei a una candidata más moderada que Jeannette Jara y José Antonio Kast.
“La explicación podría estar en el nuevo rol que ha asumido Matthei, distanciándose fuertemente de ambos extremos”, plantea Morales. Al marcar diferencias con Kast, lo que hace Matthei es aparecer frente al electorado moderado “como una candidatura creíble y confiable, y no como una simple copia del candidato de derecha”.
Desde el punto de vista de Morales, ese elemento distintivo “puede llamar la atención en electores que ven en Jara una candidata sin programa y sin buenos equipos; y en Kast un líder extremo, que se puede tornar repetitivo en sus ideas e intervenciones”.
Antes de abordar el tema, “no debemos olvidar que hay un segmento de electores que se denominan ‘moderados’ o que están más bien alejados de la discusión política y evitan el conflicto”, plantea Aldo Cassinelli, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad Autónoma y cientista político.
Cassinelli explica que si bien tras la primaria se potenciaron los extremos, representados por Kast y Jara, “dejando a Matthei en una situación muy inconfortable, precisamente porque no tiene una posición en este escenario de posturas radicales”, en la medida que va avanzando la campaña, esos electores moderados empiezan a discordar con las propuestas tanto del republicano como de la comunista; y están “tomando una posición distinta”.
No obstante, Cassinelli alerta acerca de que “no podemos dejar de ver que podría pasar que votantes de Kast, que no van a estar por Jara por ningún motivo, eventualmente dejen a Kast y pasen, en la primera vuelta, a Parisi que cubre un espacio similar en esta lógica de tener al Estado como su gran adversario y no sólo a la izquierda estatista. Esos dos elementos se podrían ir visualizando en la evolución de los apoyos políticos electorales de aquí al 16 de noviembre”, concluye.
Para Tomás Duval, el analista político, lo más relevante es que Matthei “detuvo una tendencia a la caída y se posicionó en un tercer lugar logrando subir algunos puntos y Jara va en descenso”. Cree que “podría haber algo de migración de ciertos votantes próximos a Tohá hacia Matthei” ocurriría porque no tendrían otra opción, ya que hasta ahora algunos líderes de ese sector han manifestado cierta reticencia hacia Jara.
No obstante, Duval aclara que para que “ese efecto se produzca más claramente, Matthei tiene un desafío pendiente en diversas materias como, por ejemplo, derechos humanos”. Por lo que advierte que para crecer, la candidata de Chile Vamos “debe disputar votos a Kast y tratar de conquistar a esos votantes obligados que no se identifican con ningún sector político, que son, al final, los que deciden esta elección”.