Meticuloso, obsesivo y también impredecible, Marcelo Bielsa dejó una huella imborrable en cada equipo que dirigió, no solo por su estilo de juego, sino también por sus excentricidades.
El entrenador argentino, que estuvo al frente de la selección chilena entre 2007 y 2011, marcó un antes y un después en la historia de La Roja. Pero más allá de los logros deportivos, también fue protagonista de episodios insólitos.
Los exseleccionados nacionales Mark González y José Pedro Fuenzalida sorprendieron hace unos años con una historia que, hasta ese momento, nunca había salido a la luz.
También conocido como ‘Chico Mark’, González contó cómo un día tras un partido por Eliminatorias (12/10/2008) en Ecuador, después de perder el encuentro y con Bielsa “enojado” al camarín ‘caliente’, el entrenador “se había ’empelotado’ y se puso arriba de una camilla boca arriba”.
González rememoró aquel episodio diciendo a Cultura del Gol: “solo él sabe por qué hace las cosas, nosotros no entendíamos”.
Fuenzalida, por su parte, confirmó el episodio y agregó otra similar que vivió tras la final del Torneo Esperanzas de Toulon 2008, en Francia. Según contó, Bielsa “vivía los partidos con tal intensidad” y después de perder con Italia 1-0 jugando bien y con muchos jugadores menos, se peleó con el técnico de la selección italiana.
Estas anécdotas ayudan a comprender por qué Bielsa despierta pasiones tan extremas. Para sus dirigidos, convivir con su intensidad no era tarea simple. Pero quienes lo vivieron de cerca aseguran que la experiencia, aunque desgastante, los marcó para siempre.