El dólar se preparaba para terminar el último día de la semana con un cierto avance. En el mercado, tienden a predominar las perspectivas de una Reserva Federal menos flexible y persiste la preocupación por los aranceles que entrarían en vigor la próxima semana.
La paridad dólar-peso subía $2,9 hasta los $953,7 en las primeras transacciones de este viernes, después de cerrar un poco más arriba la sesión de ayer. En todo caso, apunta a una caída semanal de más de $10 en el registro de Bloomberg.
Si bien el precio del dólar se ha estado regulando, por detrás hay una creciente apuesta de extranjeros a la depreciación del peso chileno. Los no residentes registraron el miércoles una posición neta de US$3.900 millones contra la moneda local, la más abultada desde febrero, tomando nota del impacto negativo que tendría para Chile un arancel de 50% sobre el cobre.
Los precios del cobre caían 0,3% a US$4,46 en la Bolsa de Metales de Londres y se estabilizaban en niveles de US$5,81 en el mercado Comex estadounidense, que sigue mostrando un alto diferencial a medida que se acerca la fecha de imposición de las nuevas tarifas el 1 de agosto.
Mientras tanto, el dollar index subía 0,4% a 97,8 puntos. Las tasas de interés estaban estables en la parte corta de la curva de bonos del Tesoro -tras sus alzas de ayer- y ligeramente al alza en los tramos más largos de endeudamiento, que se acercan a niveles de 5% nuevamente.
“Los sólidos datos de empleo del jueves debilitaron los argumentos a favor de los recortes de tasas de la Fed”, escribió el analista sénior de mercados en Oanda, Zain Vawda. “Aunque no se espera ningún recorte en su reunión de la próxima semana, las expectativas de nuevos recortes este año se redujeron a menos de dos, después de que las solicitudes de subsidio de desempleo disminuyeran por sexta semana consecutiva”, repasó.
“Seguimos pensando que el dólar global puede encontrar un poco de estabilidad este verano (boreal) gracias a la subida de la inflación y al aplazamiento de los recortes de tasas de la Fed, aunque es evidente que esta opinión se opone al pesimismo generalizado sobre la divisa en el mercado”, comentó el head global de mercados de ING, Chris Turner.