El boom del litio ha incrementado significativamente los ingresos fiscales chilenos, al mismo tiempo que nutre una inédita caja para innovación. Desde 2017 hasta 2043, se destinarán más de US$ 500 millones comprometidos por SQM y Albemarle para financiar proyectos de investigación y desarrollo (I+D) en minería verde, energía y desarrollo tecnológico.
Desde los años 1970, la Corporación Nacional de Fomento (Corfo) tiene pertenencias mineras en el Salar de Atacama, ubicado en Antofagasta. En 1983, el Código Minero estableció que el litio “no es concesible”, lo que otorgó a la agencia estatal los derechos para explotar este mineral no metálico.
Para permitir que empresas privadas puedan explotarlo, Corfo debe “arrendar” sus pertenencias. En este contexto, firmó dos contratos con SQM y Albemarle, las que pagan en función de la cantidad de litio y otros minerales producidos, así como del precio al que se venden.
Estos recursos ingresan trimestralmente al patrimonio de la agencia pública. Según la Corfo, se ahorran e invierten en el mercado de capitales. Durante el segundo Gobierno de Michelle Bachelet, se negociaron cláusulas en ambos contratos que incluyen aportes obligatorios anuales para financiar proyectos de investigación y desarrollo.
En el caso de SQM, estos comprometieron un total de US$ 214,9 millones para el período 2018-2030. Hasta julio de este año, la Corfo ha asignado proyectos por US$ 181 millones y SQM ha entregado US$ 120,3 millones.
Para Albemarle, el compromiso total es de US$ 297,8 millones entre 2017 y 2043. A la fecha, se han entregado unos US$ 81 millones.
Estos recursos son entregados directamente por estas compañías a entidades sin fines de lucro para actividades de I+D asociadas a temas como minería verde, energía y litio. El Consejo de Corfo es el órgano que determina las entidades receptoras e iniciales del uso de los fondos, lo que queda reflejado en un convenio para la ejecución de cada proyecto.
A julio de este año, del total de recursos comprometidos por SQM, el Consejo de Corfo ha asignado US$ 181 millones y en el caso de Albemarle, US$ 64,2 millones a más de una decena de proyectos.
El Instituto de Tecnologías Limpias (ITL), por ejemplo, recibirá US$ 137,5 millones en 10 años y comenzó su ejecución en 2025 en Antofagasta. Su objetivo es impulsar la I+D y la transferencia de tecnologías de alto impacto para la industria y la exportación, con un enfoque en bajas emisiones y energías renovables.
Además de las cláusulas de aportes a I+D, durante 2022 y 2023, la Corfo percibió recursos por unos US$ 6 mil millones debido al precio extraordinario del litio. El Gobierno actual acordó gastar US$ 150 millones anuales para financiar el programa de Desarrollo Productivo Sostenible (DPS), una iniciativa multiministerial ejecutada por la Corfo y que partió en 2023, que financia proyectos en los ámbitos de “descarbonización justa” y diversificación productiva sostenible.