A veces hay que ver las cosas con perspectiva. Hace justo cinco años, en julio de 2020, cada Bitcoin valía alrededor de US$ 9 mil. Hoy, ese mismo activo, con las mismas características, cuesta cerca de US$ 120 mil. Un aumento de más de 1.230%. Lo presento de otra forma: si en 2020 invertiste $ 1 millón en Bitcoin, hoy tendrías más de $ 13 millones. Una rentabilidad muy por encima del IPSA, del S&P, Nasdaq, Apple, fondos mutuos, el dólar, la UF y casi cualquier otro activo disponible para el inversionista retail, en Chile o en el mundo. En este quinquenio, pocos lo han hecho mejor.
Nvidia es uno de ellos. En el mundo cripto hay euforia. Una euforia, eso sí, más contenida que en años anteriores, cuando los récords despertaban FOMO y especulación. Esta semana, Bitcoin -la criptomoneda más transada del mundo- volvió a romper su propio techo.
Pero por qué ocurrió esto ahora? Existen múltiples factores que influyen en el rally, pero hay uno que se repite en boca de analistas: Bitcoin, ahora sí, se puso los pantalones largos. Nicolás Jaramillo, CEO de Arch.Finance, una firma que potencia portafolios de inversión con criptoactivos, comenta que ha cambiado el perfil de los compradores. “Habitualmente estos rallies eran liderados por inversionistas retail. Sin embargo, esto no ha pasado en esta oportunidad. Son inversionistas institucionales los que están entrando, y esto hace que eventualmente estas subidas sean más estables comparado con lo que hemos visto en el pasado”.
En primer lugar, dice el experto, existe un “mejor ambiente regulatorio a partir de una serie de leyes que se están discutiendo en el Congreso de Estados Unidos. Esto permite que el capital institucional entre con mucha mayor fuerza”. Por otro lado, agrega, “el rol de resguardo de valor y alternativa al oro que Bitcoin se ha ido ganado se está consolidando. Cada vez más inversionistas consideran a Bitcoin para sus portafolios”.
Un tercer factor, comenta, es la situación de deuda a nivel mundial. “En especial en EEUU hace que los activos escasos sean un refugio y Bitcoin es una gran alternativa en esta situación”. La pregunta que se hace el mercado es cuál es el techo de su precio. Jaramillo reconoce que es “difícil proyectar un valor en estas circunstancias”. A pesar de eso, apunta que “la mayoría de los analistas y bancos de inversión lo ubican en torno a US$ 200 mil”.
Desde su firma, eso sí, son cautelosos, pero optimistas: “Creemos que todavía hay espacio para que Bitcoin -y sobre todo el resto de las criptomonedas- se sigan apreciando”. Por todo esto, el mercado cripto ahora se apresta a entrar en su próxima etapa. Para Jaramillo, Bitcoin ya duplicó su valor respecto de los máximos del ciclo anterior, impulsado por los flujos récord hacia los ETF y una narrativa institucional cada vez más sólida.
Ahora, el foco está en el resto del ecosistema, liderado por Ethereum, que todavía no ha tenido un rendimiento comparable. Esto, proyecta Jaramillo, “sugiere un potencial catch up en los próximos meses”. Habrá que esperar.