Este martes, el Internado Nacional Barros Arana (INBA) experimentó nuevas tensiones con la desvinculación de cuatro inspectores cercanos a la rectora suspendida, María Alejandra Benavides. Según La Tercera, estas salidas se justifican por “falta de confianza”, lo que refuerza la percepción de cambios drásticos en la gestión del establecimiento.
Además, un quinto inspector fue trasladado, añadiendo más incertidumbre al panorama ya en crisis. Este movimiento se suma a las acciones administrativas anunciadas el miércoles 2 de julio, que incluyeron la petición de renuncia anticipada de Benavides.
La mala evaluación del desempeño de Benavides durante 2024 fue un factor determinante en su dimisión. Aunque logró mejorar a 56 %, esta cifra quedó lejos de los 71 % exigidos por el convenio firmado por ella misma.
El alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN), ha reaccionado con urgencia a la situación, afirmando que es necesario tomar medidas radicales para resolver la grave crisis que aqueja al INBA. Este jefe comunal expresó su descontento con el estado de la educación pública en Santiago tras la gestión anterior.
Fuentes cercanas al recinto educativo manifiestan su confusión sobre las decisiones administrativas, acusando a Desbordes de actuar de manera intencional para generar malestar. Actualmente, Gonzalo Saavedra ejerce como rector interino, nombrado por el alcalde tras la suspensión de Benavides.
Inspectores generales del INBA informan que los canales formales no responden a sus peticiones, lo cual se considera preocupante. Adicionalmente, reportan un aumento en las manifestaciones violentas durante los tres meses que Saavedra ha estado al frente.