El Inter de Milán se encuentra vivo en el Mundial de Clubes gracias a Lautaro Martínez y Valentín Carboni, que sellaron la remontada ante el Urawa Red Diamonds japonés (2-1). Los argentinos del Inter al rescate total. Uno, Lautaro, ya acostumbrado en Milán a ser protagonista; el otro, Valentín Carboni, una novedad, volvió de la lesión para salvar al equipo.
Impacto tremendo. Su regreso fue por todo lo alto, salvando al Inter de una situación ardua y complicada para la tercera jornada, donde se enfrentará a River Plate, al menos con una victoria importante a nivel mental tras la dolorosa derrota en la final de la Champions League.
El Inter se desangraba desde finales de mayo. Sin Copa Italia ni ‘Scudetto’, humillado en la final de la Champions e incapaz de superar el empate ante Monterrey, rozó otro desastre ante el combinado nipón. Era un momento delicadísimo que Lautaro Martínez reanimó con una chilena en un saque de esquina, evitando la decepción e incitando a la remontada.
Ante las bajas del Inter (Thuram, Taremi, Dumfries o Calhanoglu), Carboni selló esa remontada, firmando una de las historias más bonitas del Mundial. Le costó al Inter, previsible y lento, pese a la posesión inicial con casi un 80% de control del balón; fue incompetente en defensa en el primer acercamiento de los nipones.
Kaneko superó con un regate demasiado fácil a Carlos Augusto y llegó a línea de fondo, donde cedió a Watanabe. Ayudado por la ligera desviación de Darmian, puso contra las cuerdas al equipo ‘nerazzurro’. El descanso permitió soñar al Urawa hasta que el partido, después de una volea de Dimarco y una contra que Ryoma mandó arriba, se abrió de par en par.
El Inter mejoró con la entrada de Mkhitaryan, que tuvo una clarísima desde el corazón del área; poco a poco a hundir al Urawa hasta que apareció el momento clave: la chilena de Lautaro al primer palo, reanimando a los ‘nerazzurri’ y condenando a los nipones. En la última, con el balón suelto en el área, llegó la recompensa final, con Carboni como protagonista inesperado, goleador con el interior de su bota derecha entre el caos para colocar al Inter en una gran posición para acceder a los octavos de final.