El Gobierno de Donald Trump considera ampliar significativamente las restricciones de viaje, potencialmente prohibiendo la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de 36 países adicionales. Según un cable interno del Departamento de Estado visto por Reuters, Trump ha firmado una proclama que ya prohibía la entrada a ciudadanos de 12 países enero pasado.
La medida forma parte de la ofensiva migratoria que el presidente republicano lanzó al inicio de su segundo mandato. Además de la deportación de cientos de venezolanos sospechosos de pertenecer a bandas, Trump ha intentado denegar la matrícula a estudiantes extranjeros en universidades y deportar a otros.
El cable, firmado por el secretario de Estado Marco Rubio, expone una docena de preocupaciones sobre los países mencionados. Se sugiere tomar medidas correctivas si no cumplen con ciertos requisitos dentro de 60 días.
Entre las preocupaciones, destaca la falta de un gobierno competente para producir documentos de identidad fiables en algunos países y problemas relacionados con la validez de los visados estadounidenses. Otros motivos son sospechas de actividades terroristas o antisemitas de ciudadanos locales.
El Departamento de Estado reevalúa constantemente las políticas para garantizar la seguridad y que los ciudadanos extranjeros respeten las leyes, aseguró un alto funcionario.