Manny Mizael dejó Brasil rumbo a Boston hace 27 años, pero su pasión por el Flamengo, uno de los clubes más populares de la tierra de la samba, se mantiene tan viva como el primer día. En la actualidad, Manny lidera un grupo de aficionados en Massachusetts que organiza eventos para ver partidos y reunir a la comunidad brasileña en torno al fútbol.
Sin embargo, este año, esa tradición se ha visto truncada. Según reportó el diario brasileño O Globo, el grupo de Mizael tuvo que cancelar una reunión para ver un partido en febrero por temor a que se convirtiera en objetivo de una redada migratoria. Esto último parte de una política de la administración Trump.
Muchos de los participantes son inmigrantes en situación irregular en Estados Unidos, lo que ha convertido cada evento en un potencial riesgo. Las actividades tradicionales del grupo, como los viajes para ver partidos en ciudades como Filadelfia u Orlando, también fueron descartadas.
Y este caso, como otros similares, podría impactar directamente a la Copa Mundial de Clubes 2025 y la Copa del Mundo FIFA 2026, ya que ambos torneos tendrán una cantidad importante de partidos en Estados Unidos. Las políticas migratorias restrictivas impulsadas por la administración de Donald Trump ya generan incertidumbre.
Por ejemplo, el tiempo de espera para obtener una visa en países como Colombia supera la duración del torneo. Además, naciones como Irán -la primera selección asiática en clasificar a la próxima Copa del Mundo- figuran entre los países cuyos ciudadanos tienen prohibido el ingreso a EE.UU. por orden presidencial. Aunque se ha hecho una excepción para atletas y cuerpos técnicos, no se ha extendido lo mismo a los fanáticos.
La FIFA mira con preocupación esta política impulsada por Trump. El ente rector del balompié enfrenta una baja demanda de entradas para la Copa Mundial de Clubes, que arranca el 14 de junio, y reduce precios ante la preocupación migratoria. Miles de boletos aún no se han vendido, y fuentes consultadas por O Globo apuntan que las preocupaciones sobre el estatus migratorio de muchos hinchas podrían estar influyendo.
Los valores incluso han caído para partidos de alto perfil como el inaugural, donde jugará el Inter Miami, el equipo comandado por el astro argentino Lionel Messi. Pese a ello, un portavoz de la FIFA negó que las ventas hayan sido “bajas“, aunque no ofreció cifras concretas, y afirmó que ya se vendieron entradas en más de 130 países.
De esta forma, las políticas de la administración Trump pueden haber contribuido a la caída en la venta de entradas para el Mundial de Clubes, donde por Sudamérica dirán presente cuatro clubes de Brasil y dos de Argentina (Flamengo, River Plate, Boca Juniors, Palmeiras, Fluminense y Botafogo).