El 12 de marzo de 2026, después de dejar La Moneda, el Presidente más joven de Chile, Gabriel Boric, se enfrentará a nuevos desafíos. Cumplirá 40 años en febrero y planea una nueva vida en San Miguel, donde deberá abordar diversos caminos posibles.
La tarea inmediata para Boric es su familia: junio marca la llegada de su primer hijo, lo que le permitirá disfrutar de esta etapa vital. Sin embargo, su agenda puede tomar un tinte internacional, abordando desafíos globales del progresismo; o bien, podría descansar y luego considerar una incursión presidencial en la oposición.
Analistas políticos ven a Boric como el principal líder de izquierda. Max Colodro sostiene que su principal reto será recomponer y reagrupar las fuerzas políticas que respaldaron su administración. Paula Walker, exdirectora de la Secom, considera que él es reflexivo y debe mirar con distancia su Gobierno para implementar cambios necesarios en el progresismo.
Boric podría organizar una oficina con estructura liviana, transversal e independiente de los partidos, promoviendo ideas e iniciativas. Tomás Duval ve a Boric como un eje esencial en las disputas hegemónicas de las izquierdas y el principal líder del Frente Amplio, pero su liderazgo podría verse desafiado si el partido pierde elecciones.
Lucía Dammert, socióloga y académica, señala que Boric tiene un largo camino en política chilena. Ella considera que su liderazgo es crucial para la consolidación del Frente Amplio. Como exasesora de Boric, Paula Walker afirma que el reconocimiento internacional del mandatario es enorme y podría ser utilizado en temas como los derechos humanos.
Cristóbal Bellolio sugiere que Boric podría alejarse de la política activa para dedicarse a su familia o incluso adoptar un estilo similar al de Pepe Mujica, aunque cree que él es un político dedicado. Vodanovic, Vallejo, Ripamonti y Carolina Tohá son mencionados como posibles figuras emergentes.
En resumen, Boric tiene varias opciones: seguir la política activamente, descansar con su familia o incluso alejarse temporalmente para permitir que nuevas figuras lideren el progresismo.