El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a China de violar el acuerdo sobre aranceles, aumentando las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo. “China, tal vez no sorprenda a algunos, HA VIOLADO TOTALMENTE SU ACUERDO CON EEUU. ¡Se acabó lo de ser el Sr. AMABLE!”, escribió Trump en su red social el viernes.
El representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, sugirió que China había frenado sus esfuerzos, señalando que la administración se había concentrado mucho en supervisar el cumplimiento por parte de China. “No hemos visto el flujo de algunos de esos minerales críticos como se suponía que debían hacerlo”, afirmó Greer y añadió: “China sigue, ya saben, frenando y estrangulando cosas como los minerales críticos y los imanes de tierras raras”.
El acuerdo negociado a principios de este mes mejoró el ánimo de los inversionistas ansiosos por que Beijing y Washington encontraran una salida a su guerra arancelaria. Pero desde entonces, las tensiones entre EEUU y China volvieron a encenderse.
La Administración Trump anunció que comenzaría a revocar algunas visas de estudiantes chinos, un gesto que Beijing tildó de “discriminatoria”. Además, funcionarios de Trump introdujeron nuevas restricciones a la venta de software de diseño de chips. El New York Times informó de una prohibición por parte de China de exportación de piezas y tecnología críticas para motores a reacción estadounidenses.
Los comentarios de Trump se produjeron un día después del anuncio de que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, afirmaba que las negociaciones comerciales con China estaban en marcha pero “estancadas”. Bessent sugirió que podría ser necesaria una llamada entre Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, para desbloquear la situación. “Creo que, dada la magnitud de las negociaciones y su complejidad, será necesario que ambos líderes intervengan”, declaró Bessent en una entrevista con Fox News.
La última vez que los dos presidentes hablaron fue en enero, antes de la toma de posesión de Trump. El líder estadounidense dijo que hablaría con su homólogo chino “quizás a finales de la semana” tras las conversaciones de Ginebra, que concluyeron a mediados de mayo, pero esa llamada no parece haberse producido.