La Federación Venezolana de Fútbol (FVF) repudió este miércoles el insulto racista y los “actos de xenofobia” contra Miguel Navarro, jugador del Talleres argentino.
El futbolista venezolano acusó al paraguayo Damián Bobadilla, de Sao Paulo, de haberlo insultado en un partido correspondiente a la Copa Libertadores.
Lamentablemente, estos hechos no son aislados. Futbolistas venezolanos han sido objeto de manifestaciones discriminatorias y fuera de las canchas.
Como Federación, no seremos indiferentes ante estas agresiones que vulneran no solo a nuestros jugadores, sino al espíritu mismo del deporte, señaló la FVF en un comunicado.
A su vez, elevó el caso ante instancias correspondientes y solicitó a autoridades locales, ligas profesionales y organismos internacionales -incluidos Conmebol y FIFA- tomar medidas “urgentes y ejemplares para sancionar estas conductas y reforzar protocolos de prevención y denuncia”.
La FVF también denunció “actos de xenofobia” contra la jugadora venezolana Jhoagny Contreras, quien el pasado 19 de mayo declaró haber recibido estos “ataques” de futbolistas del Deportes Recoleta durante un partido de la Liga femenina de Chile.
El incidente ocurrido este martes en el estadio Morumbi tuvo lugar durante el partido en el que Sao Paulo se impuso 2-1 a Talleres, dejando al equipo argentino eliminado y en último lugar del grupo D, mientras que el conjunto brasileño pasó a octavos como líder invicto.
Según un comunicado del Talleres, Bobadilla habría insultado a Navarro al llamarlo “venezolano muerto de hambre”, lo que desató la indignación entre los jugadores argentinos.
El incidente surgió tras una discusión entre ambos jugadores después del segundo gol del São Paulo, anotado a 41 minutos del segundo tiempo.
Navarro, visiblemente afectado, lloró en el césped y amenazó con abandonar el partido, pero sus compañeros lo convencieron para continuar.
“Nunca me avergonzaré de mis raíces. No hay lugar para el odio en el fútbol. Iré hasta las últimas consecuencias”, afirmó Navarro en un mensaje publicado en Instagram.
El capitán del Talleres, Augusto Schott, y el técnico interino del equipo, Mariano Levisman, respaldaron la denuncia, calificándola como “racista y xenófoba”.
El club argentino emitió un comunicado repudiando la agresión y anunció que notificará a Conmebol y autoridades brasileñas para exigir sanciones.