Un golazo extraordinario ‘de otro partido’ y una notable asistencia, ambas de Lamine Yamal, fueron suficiente para que el Barcelona venciera en el derbi catalán al Espanyol y se consagrara campeón de La Liga.
Cuando las cosas se complicaban apareció Yamal, a los 52′. Inició la acción desde la derecha y fue moviéndose hacia el centro, con balón dominado, para sacar un zurdazo increíble al ángulo.
Sí, un tanto que ya parece ser calcado y de memoria. Después, en los descuentos, Fermín pudo marcar el segundo tanto luego de un pase del propio Lamine.