Brasil, la nación futbolera más famosa del mundo, se ha ganado merecidamente la reputación de ser una fábrica de talentos y es el mayor exportador de futbolistas a nivel global. En la búsqueda del próximo Neymar o Vinicius Junior, emprendimientos de tecnología deportiva en el país más grande de Sudamérica apuestan a que la inteligencia artificial jugará un rol clave.
Si ya la posibilidad de grabar y subir videos fácilmente a internet ha reducido la necesidad de que los cazatalentos asistan presencialmente a partidos o entrenamientos, la idea ahora es que la IA lleve el descubrimiento de jóvenes promesas a un nuevo nivel mediante el análisis automatizado de datos obtenidos desde clips grabados con teléfonos móviles. Dado el enorme tamaño de Brasil y sus marcadas desigualdades, los entusiastas de esta tecnología también creen que estas innovaciones pueden ayudar a derribar barreras.
Ambas apps, Footbao y Cuju, buscan democratizar el acceso al fútbol profesional. Los usuarios realizan ejercicios para mostrar habilidades y obtienen una puntuación; los videos se suben a una base de datos donde la IA compara jugadores de todo el mundo y ofrece sugerencias para mejorar. Este enfoque permite comparar exactamente las mismas habilidades entre un niño en Brasil y uno en cualquier parte del mundo.
La democratización del fútbol femenino también es un objetivo prioritario. Footbao, por ejemplo, quiere aumentar la proporción de mujeres en su plataforma del 20% actual a un 50% para el año 2027 cuando Brasil será sede del Mundial Femenino.
A pesar del entusiasmo que genera el potencial de la IA para transformar distintos sectores de la economía, expertos advierten sobre sus limitaciones actuales en el scouting futbolístico. Russell Gurr, de International Football Consultancy, una firma escocesa especializada en scouting internacional, destaca que una de las ventajas es dar mayor visibilidad a los jugadores juveniles. “Hoy la IA funciona muy bien como un primer filtro para reducir la cantidad de candidatos”, dice. “Después de eso, en el siguiente nivel, se necesita intervención humana”.
Estas tecnologías también podrían reforzar una preocupación creciente en Brasil: la salida temprana de jóvenes promesas hacia países más ricos, lo que va en desmedro del fútbol local. La verdadera prueba comercial para estas aplicaciones será si logran convertirse en herramientas estándar dentro del kit de scouting de los grandes clubes en los próximos años.