Las postales de argentinos invadiendo este verano cada rincón de Chile, especialmente en ciudades como Viña del Mar, Santiago y La Serena, se tradujeron en casi un 165% más de turistas y excursionistas que salieron por el paso Cristo Redentor. Un impacto económico en la economía chilena, apenas contabilizando el gasto de aquellos viajeros que cruzaron la cordillera por la vía terrestre.
Sin embargo, tantos argentinos saliendo del país provocó un severo déficit de USD 1.236 millones para el turismo en Argentina: fueron muchos más los argentinos que viajaron al exterior (Brasil, Chile y Uruguay a la cabeza) que los extranjeros que visitaron el país vecino durante el primer trimestre de 2025, como consecuencia de la apreciación de la moneda argentina y el “dólar planchado”. Así, un país que resulta poco atractivo en precios para vacacionar.
Las cifras surgen del último informe de turismo internacional elaborado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (Indec) y publicado días atrás. No sólo brinda un panorama completo de marzo, favorecido por el movimiento de los feriados de Carnaval el lunes 3 y martes 4 y del Día de la Memoria el lunes 24 de marzo en Argentina, sino que muestra un balance trimestral de todo el último verano, que estuvo cerca de romper el récord de argentinos en Chile, correspondiente a 2017.
Durante el primer trimestre del año, 5.076.700 argentinos viajaron al exterior por turismo, lo que marcó un incremento del 79,6% en comparación con el mismo período de 2024. En tanto, otros 1.900.100 lo hicieron como “excursionistas”, es decir, sin pernoctar, como fue el caso de muchos que hicieron tour de compras en Santiago o Los Andes, zonas cercanas a Mendoza para ir y volver en el día.
En contraste, apenas 1.646.500 extranjeros ingresaron a Argentina, lo que se tradujo en una caída del 24,7% interanual. De allí apareció un saldo negativo de 3.430.200 personas sólo por turismo.
La desventaja en el flujo de turistas supone un serio problema para el gobierno trasandino, que busca fortalecer las reservas del Banco Central tras la liberación del cepo al dólar y la demanda creciente de divisas. De acuerdo al Indec, entre enero y marzo los argentinos gastaron en el exterior un total de USD 2.133,7 millones, mientras que los visitantes extranjeros dejaron en el país apenas USD 897,1 millones. El resultado: un déficit turístico de USD 1.236,6 millones durante el verano.
Según las cifras oficiales del gobierno de Javier Milei, el 81,3% del turismo emisivo se dirigió a los países limítrofes. Los principales destinos de los argentinos fueron Brasil, Chile y Uruguay, con Chile en primer lugar. El paso Cristo Redentor tuvo 196.200 turistas rumbo a Chile.
El 54,7% eligió para alojarse la categoría “Alquiler de casa o departamento”; y el 25,1% pernoctó en “Casa de familiares o amigos”, lo que demuestra el poco interés de los argentinos por alojarse en hoteles y optar, en su lugar, por la comodidad. La estadía promedio fue de nueve noches.
El gasto total de los argentinos en Chile via Cristo Redentor fue de USD 165.183,8 (crecimiento de un 319,5% respecto al año pasado), mientras que el gasto diario promedio fue de USD 45,7 (+47,5%), según el Indec. El problema, que vuelve a demostrar el déficit de turismo para Argentina, es que los chilenos que cruzaron la cordillera por ese cruce terrestre apenas dejaron USD 24 millones, generando un rojo de USD 162,1 millones.