El Colegio Médico de Chile enfrenta acusaciones de proteger médicos que emitieron licencias falsas, críticas que se centran en las fiscalizaciones realizadas por la Compin y la Superintendencia de Seguridad Social. El gremio pidió suspender temporariamente los controles hasta contar con criterios claros y plataformas informáticas funcionales.
El gobierno defendió las fiscalizaciones, argumentando que responda a sospechas de uso indebido, como los casos donde médicos emitieron más de 5 mil licencias en un año. A pesar del respaldo de algunos senadores, el Colegio Médico advirtió que evaluará acciones gremiales si no hay mejoras.
Emitir una licencia falsa es considerado un delito y se critica la falta de colaboración del gremio para combatir esta práctica. Se señala que médicos que dan licencias falsas son delincuentes, lo mismo que los receptores de tales licencias. El Colegio Médico debería ser más activo en la lucha contra esta problemática.
Los ingresos privilegiados de los médicos chilenos deberían correlacionarse con una mayor persecución a los delincuentes, pero no existe tal vínculo, lo que se atribuye a una especulada “solidaridad gremial” y falta de acción.
Además, el Colegio Médico ha enfrentado problemas políticos en los últimos años, incluyendo críticas durante la pandemia y la presidencia de Izkia Siches, quien pasó del gremio a ser jefa política del gobierno sin trayectoria tradicional.