Alemania probablemente no generarán ni siquiera el mínimo de crecimiento económico este año, según las previsiones revisadas del gobierno. Este pronóstico resalta el desafío que enfrentará el nuevo canciller conservador Friedrich Merz cuando asuma el cargo en los próximos meses.
El Producto Interior Bruto (PIB) probablemente se estancará después de una contracción durante los dos años anteriores, declaró este jueves el ministro de Economía saliente, Robert Habeck. En un comunicado enviado por correo electrónico desde Berlín, explicó que los economistas del gobierno habían revisado a la baja sus expectativas para un crecimiento de 0,3 % este año.
Anteriormente se había previsto una expansión del 1,1% en octubre, pero las nuevas estimaciones reflejan una economía más débil. Habeck atribuyó esta persistente debilidad a la incertidumbre causada por la guerra comercial de Estados Unidos y la baja demanda de exportaciones alemanas.
Además, destacó que el nuevo proteccionismo estadounidense podría tener efectos directos e indirectos en el crecimiento económico debido a la estrecha integración de Alemania en las cadenas de suministro globales. Este escenario sugiere un llamado urgente a una solución negociada para resolver la disputa comercial transatlántica, ya que la apertura al comercio exterior es crucial para la economía del país.
Dada esta situación, es crucial una respuesta colectiva y proactiva para enfrentar los desafíos económicos actuales.