El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha designado el 2 de abril como “Día de la Liberación”, con planes de implementar nuevos aranceles sobre varios países, siguiendo su política comercial “Estados Unidos primero”.
Los detalles del plan se extenderán hasta el 3 de abril.
El “Día de la Liberación” marcará la entrada en vigor de los llamados “aranceles recíprocos”, impuestos a países que mantienen barreras comerciales contra los productos y servicios estadounidenses, con un énfasis particular en la Unión Europea (UE).
Este esquema busca igualar las tarifas de importación extranjera para evitar el comercio desequilibrado.
Según Trump, la estrategia se basa en “Si ellos nos cobran, nosotros les cobramos”.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, presentará a Trump un informe con los detalles del plan el 1 de abril.
Entre las industrias potencialmente afectadas destacan el automóvil y el etanol brasileño.
Los vehículos importados de la UE podrían verse sometidos a aranceles del 27%, mientras que productos como el etanol brasileño y motocicletas extranjeras, como Harley-Davidson, también estarán bajo las lupa.
El sector automotriz sufrirá un arancel del 25% a partir de la medianoche del 3 de abril.
Las partes de automóviles fabricadas en México y Canadá están exentas temporalmente del arancel del 25%.
Sin embargo, el 4 de marzo, Trump impuso aranceles del 25% a las importaciones de Canadá y México, con una moratoria para productos cubiertos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Aunque aún no se sabe si estos aranceles se implementarán finalmente, Trump ha utilizado los impuestos como una herramienta de presión en cuestiones de seguridad fronteriza e inmigración.
Esta medida podría afectar significativamente la industria automotriz estadounidense, con posibles subidas de precios para los consumidores y impacto en las cadenas de suministro globales.