En 2024, Estados Unidos registró una venta de cerca de 16 millones de automóviles nuevos, con casi la mitad (48%) provenientes del extranjero.
El país importó un total de 7,68 millones de vehículos procedentes de otros países por un valor aproximado de US$219.490 millones, según datos de ‘USImportdata’.
México fue el principal exportador a Estados Unidos en ese año, con una cuota del 22,8% y 1,75 millones de vehículos ligeros.
El anuncio reciente de Donald Trump sobre aranceles del 25% a todos los vehículos no fabricados en Estados Unidos amenaza gravemente al sector automotriz mexicano.
Japón se posicionó como el segundo exportador con un 18,6% y cerca de 1,43 millones de unidades. Corea del Sur completó el podio con 600,000 vehículos, lo que representa un 4% del total importado por Estados Unidos. Otros jugadores clave incluyen Hyundai (580,000 unidades), Kia (550,000 unidades), Nissan (530,000 unidades) y Subaru (400,000 unidades). Volkswagen también sufrió un impacto significativo con 500,000 vehículos importados, principalmente fabricados en México.
Los aranceles podrían llevar a un aumento de precio estimado entre 3,500 y 10,000 dólares por vehículo, lo que podría reducir la demanda y afectar negativamente las ventas.
Felipe Muñoz, analista global de Jato Dynamics, advirtió sobre el alto riesgo para Volkswagen, cuyo 80% de vehículos más vendidos en Estados Unidos se fabrican en plantas mexicanas.
El CEO de Tesla, Elon Musk, retrasó su proyecto de nueva planta en México por la amenaza de aranceles. En cambio, sus fábricas en California y Texas podrían verse beneficiadas.
Estos cambios podrían provocar una disminución en el empleo del sector y frenar inversiones, lo que podría llevar a una caída general en las ventas de vehículos nuevos en Estados Unidos.