La industria de la palta, considerada como “oro verde” en América Latina, enfrenta una fuerte competencia entre Chile y Perú.
Ambos países son líderes mundiales en producción y exportación, generando miles de millones de dólares anualmente con una demanda creciente tanto en mercados tradicionales como emergentes.
Según datos del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), las exportaciones de palta peruana superaron los 1.315 millones de dólares en 2024, proyectándose para 2030 alcanzar mil millones de kilos.
Esto responde a la creciente demanda internacional y al fortalecimiento de su infraestructura agrícola.
ProHass, la asociación de productores peruanos, afirma que “la palta se ha consolidado como un producto esencial para la economía del país”.
Perú ha experimentado notables avances en producción y exportación, con la capacidad de enviar contenedores por rutas más rápidas, lo que le brinda una ventaja significativa en mercados tan exigentes como el chino.
Por su parte, Chile mantiene su competitividad a través del mercado interno robusto.
Con 8,6 kilos de palta per cápita al año y un consumo significativo del país sureño, Chile es el segundo mayor consumidor mundial, solo detrás de México.
A pesar de los desafíos climáticos y de mercado, Chile mantiene una producción anual de 200 mil toneladas, con el 62% de sus exportaciones destinadas a Europa.
El Comité de Paltas de Chile propone soluciones como la desalinización de agua para garantizar el abastecimiento en los próximos años.
La competencia internacional no queda solo en Chile y Perú; países como México, Colombia y Sudáfrica están aumentando su producción con el objetivo de capturar mayor cuota de mercado.
México, por ejemplo, es el principal productor y exportador del mundo, manteniendo una fuerte presencia en Estados Unidos.
El liderazgo global de Chile y Perú en la industria de la palta está determinado no solo por su capacidad para adaptarse al cambio climático, sino también por la sostenibilidad de sus prácticas agrícolas.
La disponibilidad de agua es un desafío crucial; Chile enfrenta problemas relacionados con la escasez hídrica y el alta demanda del cultivo de palta, mientras que Perú se enfoca en mejorar la calidad de su producto mediante certificaciones fitosanitarias y capacitación para pequeños productores.
Al 2030, se espera que ambos países estén mejor preparados para enfrentar los retos del mercado global.
Chile podría mantener una posición sólida gracias a la calidad de su producto, el consumo interno y la preferencia en ciertos mercados internacionales, mientras que Perú podría consolidarse como líder en términos de volumen de producción y eficiencia en exportaciones.
Ambas naciones lucharán por liderar esta industria cada vez más dinámica.