La renuncia de dos ministras y del jefe de asesores del Segundo Piso de La Moneda se percibe como una pérdida de control de la agenda, aunque desde el gobierno se ve como un acto de renovación en su último año de administración.
Maya Fernández, la ex titular de Defensa, abandona su cargo buscando olvidar escándalos recientes como la fallida compra de la casa de Salvador Allende y las controversias con Miguel Crispi, el ex jefe de asesores.
El gobierno se centra en debates importantes, como el aborto y la eutanasia, mientras evalúa el factor electoral con la candidatura de Carolina Tohá, quien recientemente dejó su cargo.
Para mantener la cohesión del equipo, se incorporan nuevos rostros: Adriana Delpiano asume Defensa; Álvaro Elizalde toma la Segpres y el Ministerio del Interior, y Felipe Melo llega al Segundo Piso.
Este cambio de mando provoca incertidumbre sobre futuras movidas en el gobierno, especialmente con Jeannette Jara, quien podría postularse como candidata presidencial del Partido Comunista.
Aisén Etcheverry, ministra vocera, indica que las decisiones son dinámicas y no puede confirmar cambios a corto plazo.
Jeannette Jara, actual ministra del Trabajo, expresa su preocupación por la implementación de la reforma de pensiones y el fortalecimiento del empleo.
Sobre candidaturas futuras, dice esperar que las discusiones políticas se concreten antes de pronunciarse.
Con estas renuncias y nuevas incorporaciones, el gobierno busca renovar su alianza para los debates más relevantes y las elecciones venideras.