Hace pocos días, La Piojera, el tradicional restaurante santiaguino fundado en 1886, anunció que evalúa mudarse de su histórico domicilio en calle Aillavillú 1030, cercano a la estación Cal y Canto.
Esta decisión ha generado un debate sobre el posible cambio del icónico local, cuya famosa picada es una tradición en Santiago.
El alcalde Mario Desbordes (RN) expresó su preocupación por que el recinto no se traslade al sector oriente de la ciudad.
Sin embargo, pocos detalles se conocen sobre los actuales dueños del local, aunque son descendientes del comerciante sureño Carlos Benedetti Pini, hijo de inmigrantes italianos y propietario original en 1916.
Hoy, Mauricio Gajardo, representante legal del restaurante, explica que “La Piojera” sigue siendo propiedad del clan Benedetti, y él ayuda a administrar el negocio. Gajardo atribuye la posible mudanza a factores como el aumento de la delincuencia en su actual ubicación y una reducción de un 60% en las ventas.
“Las ventas han disminuido significativamente debido al barrio que se ha vuelto muy peligroso”, explica Gajardo. “En otro lugar tendríamos más público”.
Estos desafíos financieros y de seguridad parecen ser los principales motivadores para la posible mudanza del restaurante, un ícono gastronómico y cultural de Santiago.