La reunión anual del Foro Económico Mundial (WEF) en Davos, Suiza, se centrará este año en la incertidumbre geopolítica y los riesgos para el comercio global debido al regreso de Donald Trump a la Casa Blanca.
La mayoría de los ejecutivos que asistirán a la reunión viajarán primero a Washington para celebrar la toma de posesión de Trump, quien ha prometido firmar órdenes ejecutivas para aumentar la producción energética y reducir la burocracia.
La perspectiva de la administración Trump ha impulsado el optimismo empresarial en Estados Unidos, pero también ha creado incertidumbre sobre los riesgos comerciales.
Una encuesta del WEF mostró una caída en los riesgos percibidos de recesión económica o aumento de inflación, pero también identificó la “confrontación geoeconómica” como uno de los mayores riesgos para los próximos dos años.
Los líderes empresariales se preocupan por las perturbaciones causadas por las tensiones comerciales, así como la necesidad de descarbonizar y cumplir la promesa de la Inteligencia Artificial.
Se espera que el evento cambie de tono, con un enfoque mayor en temas relacionados con el crecimiento económico, la productividad y la generación de retornos a partir de la IA.
Sin embargo, también se cuestiona la relevancia del WEF para reflejar las conversaciones que tienen lugar en el mundo real.
Algunos críticos consideran que el evento es menos relevante, y que lo dicho por Trump es más importante que cualquier otra cosa que se discuta en Davos.