El alcalde de Santiago, Mario Desbordes (RN), regresó a su cargo después de una serie de críticas por tomar días de vacaciones apenas un mes después de asumir el cargo.
Desbordes explicó que no había cometido un “privilegio” y que los funcionarios públicos tienen derecho a descanso después de trabajar un año en la administración pública.
Dijo que se tomó cinco días para prepararse para las actividades del aniversario de la comuna en febrero, incluyendo reuniones con vecinos y organizaciones.
También respondió a críticas de concejales, como Camila Davagnino (PC), afirmando que también ellos tienen derecho a descansar en febrero.
Desbordes aseguró mantenerse ocupado durante su tiempo libre, hablando con líderes comerciales y sociales para retomar acuerdos importantes.