La Protectora de Animales de Los Ángeles compartió un caso de estrés en un perro causado por el ruido de fuegos artificiales durante el Año Nuevo.
La organización explicó que los perros tienen un sentido auditivo más sensible que los humanos y pueden sentirse abrumados por sonidos fuertes, como si estuvieran en peligro. Esto puede llevar a estrés, miedo, ansiedad e incluso un paro cardiaco.
El médico veterinario Álex Arancibia de Clínica Pehuén confirmó que el estrés puede ser una consecuencia grave para los animales y lamentó haber tenido casos como resultado del estrés causado por los fuegos artificiales este año.