En la región de La Araucanía, se produjo un atentado incendiario a una empresa de Transportes Provost, que dejó seis camiones quemados.
Un lienzo con la organización radical Weichan Auka Mapu (WAM) se atribuyó el atentado y reivindicó nombres de comuneros mapuches como mártires.
Esto generó una serie de reacciones políticas y gremiales, con diputados y líderes asociativos criticando al gobierno por no tomar medidas suficientes para abordar el problema del terrorismo en la región.
Algunos de los críticos argumentan que se debe reforzar las medidas de seguridad y no retirar el Estado de Excepción, ya que el terrorismo aún existe en La Araucanía.
Un diputado de Renovación Nacional (RN) incluso hizo una amenaza al gobierno, diciendo que si no actúa para capturar a los terroristas de la WAM, seguirán atacando infraestructura y personas inocentes.
Por otro lado, un diputado del partido Amarillos por Chile se refirió al presidente Gabriel Boric y expresó su preocupación por el hecho de que el gobierno quiera sacar a las fuerzas militares de La Araucanía.