El gobierno chileno había implementado un programa llamado “Repatriación de Capitales” para permitir a los ciudadanos declarar y pagar impuestos sobre bienes o rentas en el extranjero, con una tasa del 12% sobre su valor.
Este programa tiene un plazo límite del 31 de diciembre, pero se había ampliado hasta ese día después de que solo se recibieron declaraciones por US$330 millones, muy lejos de la proyección de recaudación de US$650 millones.
Los parlamentarios de partidos políticos como UDI y RN están pidiendo explicaciones al ministro de Hacienda, Mario Marcel, y exigiendo su renuncia debido a las estimaciones erradas del gobierno sobre la cantidad de capitales que se repatriarían.
Algunos de ellos, como el diputado Agustín Romero, han llamado a la renuncia inmediata del ministro.
En respuesta al malestar generado por este asunto, el partido Chile Vamos ha decidido no ampliar el plazo, pero otros parlamentarios están abiertos a hacerlo, incluso por un año.
El diputado Frank Sauerbaum de RN se ha ofrecido a apoyar una nueva ampliación del plazo, ya que considera necesario hacer esta recaudación y permitir la repatriación de capitales, pero a un plazo razonable.